No suelo llegar tarde a mis citas, pero me quedé detenida en el tiempo, un reloj sin pilas retrasó mi llegada al encuentro con Carolina Restrepo. A pesar del infortunio, sostuvimos una conversación tan amena, que efectivamente nos quedamos con ganas de más. Después me quedé pensando, cuando se trata de temas de mujeres, pareciera que el tiempo se detiene.
Carolina Restrepo Directora de Mercadeo de A&E Network y Lifetime amablemente compartió con nosotros algunas cifras del 2019 que se utilizaron para la creación de su campaña #Juguemosigualenlapantalla lanzada en 2020, la cual tenía por objetivo promover la igualdad de oportunidades entre géneros. Lamentablemente en distintos rubros de estas estadísticas se evidencia la desigualdad de oportunidades y presencia de la mujer en el campo del cine y el entretenimiento y ahora después de la pandemia creo que se acentuará mucho más.
La reflexión es inevitable porque como decía anteriormente, pareciera que en nuestra industria nos detenemos en el tiempo y continuamos viendo como la participación de la mujer en la realización de producciones de gran envergadura sigue siendo algo muy cuesta arriba.
Por ejemplo, en Hollywood solo el 10.6% de las películas con mayor recaudo del 2019, fueron dirigidas por mujeres, y cero (0) fue el número de mujeres nominadas al Oscar en el 2020 como directoras. Pero Hollywood no es el único desigual de los premios, en el Festival de Cannes en toda su existencia solo ha galardonado a 82 directoras, versus 1688 hombres.
La pregunta es, qué realmente debemos hacer para cambiar estas cifras y qué pasa cuando una pandemia tan terrible termina por afianzar esta desigualdad que en muchos casos se inflige por decisión propia. Muchas mujeres han optado después del COVID-19 dejar sus trabajos y ocuparse al cien por ciento de la casa, en vista de que es casi insostenible llevar a cabo todas las funciones que se sumaron a su vida con esta crisis. Ya era difícil criar a los chicos, ser ama de casa y ejecutiva cuando la pandemia también las convirtió en maestras, señoras del transporte, coaches deportivos y directoras de actividades especiales.
Al hablar con Carolina le pregunté si había vivido este difícil tránsito, y me confesó que en su caso tuvo que vivir la pandemia mientras que veía a su pequeño de dos años gatear, aprender a caminar y hablar al tiempo que atendía su trabajo vía Zoom. En su caso ella estuvo bien, pero muchas de sus amigas tenían la sensación contraria porque percibían que tanto alboroto en el fondo de sus conexiones vía Zoom las hacía vulnerables y las exponía al despido. Por lo que en muchos casos se vieron obligadas a contratar ayuda externa, aunque esto representara un inminente peligro de contagio y mucho más peso en su presupuesto.
La mujer aparentemente tiene que cargar no solo con la responsabilidad de su trabajo, sino que sigue sosteniendo impecablemente sus hogares al igual que sus funciones como pareja. La pandemia ha hecho a muchas de nosotras pensar que necesitamos un cambio en la dinámica de nuestras vidas.
La preocupación sigue estando latente de cómo será el mundo después de esta enfermedad, pero una vez que logremos regresar a nuestra rutina quizás habremos perdido algunos espacios y tal vez reenganchar se haga aun más riguroso. Qué pasará cuando las pocas mujeres que tenían sus puestos de fotógrafas, camarógrafos, productoras y asistentes ya no estén disponibles porque los presupuestos han sido cortados.
Por ejemplo, si volvemos a las cifras que Carolina compartió, vemos que en México, detrás de cámaras hay una mujer por cada 3.7 hombres, quizás sea tiempo de que se abran oportunidades en esos trabajos para las féminas. También la ayuda financiera para producciones se ve influenciada por el factor de desigualdad. Entre 1998 y el 2016 las ayudas de instituciones como EFICINE, FIDECINE y FOPROCINE fueron otorgadas en su mayoría al sector masculino, con un 81.1%.
Lo que sucederá no lo sabemos, pero WAWA como institución que aboga por las mujeres continúa su labor de ayudar y promover los negocios entre las féminas de la industria audiovisual para abrir espacios de participación, discutir las necesidades, y encontrar respuestas que puedan abrir nuevas oportunidades. Nosotros queremos ser la palestra y la voz que ayude a mejorar las condiciones actuales de muchas latinoamericanas que esperan un puente para cruzarlo y llegar a sus metas. El crear conciencia con respecto a lo que viven las mujeres en la industria es importante porque nos ayuda a estar alerta y hacernos parte del cambio. Una mujer que ayudes es una puerta que se abre y una nueva posibilidad de hacer brillar un talento. También es importante entender, que como mujeres se abrirán los caminos en la medida que creamos en lo que hacemos, y debemos insistir y ganar nuestros espacios.
Después de la pandemia, para algunas mujeres volver a sus puestos de trabajos será dificultoso, no solo se encontrarán con una economía un poco deprimida, si no también con terrenos perdidos, no obstante, la labor continúa y el trabajo es de todas las partes para expandir la conciencia y que haya una mayor sensibilidad en todos los sectores. La inclusión deberá ser mayor para que el tiempo no se detenga más con este tema.